Una de las claves para gestionar dolor de espalda o dolor de cuello es participar activamente en la rehabilitación y el ejercicio. La fisioterapia ayuda a colocar a los pacientes en el camino correcto ejercitando los puntos débiles y recuperando la fuerza que puede haber perdido. Un programa de ejercicios debe adaptarse a la afección y el nivel de dolor de la persona, e incluir una combinación de estiramiento, fortalecimiento y acondicionamiento aeróbico.

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